DEPRESIÓN Y DESAMOR.
Cansada no de vivir, sino de morir,
va el fantasma de otrora, una mujer amada,
consumida por la perfecta rutina, dejó de sentir,
dejó de compartir, de recibir amor de enamorada.
Lentamente desenamorada, entrega su vida,
su último aliento de corazón marchito,
abandona la lucha, supone no ser amada,
lo peor, parece nadie impedírselo …
¿Qué lleva a consumir un amor entregado?
¿Cómo no ves, cuanto sufre tu amada?
¡No!, no es un juicio, es súplica de un agónico,
es el último grito de esperanza, de tu vida, de tu amor.